sábado, 31 de marzo de 2012

INDEPENDENCIA

En esta oportunidad conoceremos una etapa de la vida de Jacob, mencionado en la Biblia en el primer libro, conocido bajo el nombre de Génesis.
Dios quería inmensamente a Jacob, siendo que lo guardaba y lo guiaba en todo momento.
…”Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar y mi tierra” (Génesis 30.25).
Por mucho tiempo, Jacob había estado sirviendo a Labán (padre de sus dos esposas, Raquel y Lea) quien había enriquecido grandemente su ganado con el trabajo llevado a cabo por el primero.
Pero Labán, quizás por beneficio personal y con una actitud egoísta, le ofreció un salario para que permaneciese en su casa, bajo su autoridad. Frente a ese ofrecimiento, Jacob, que había formado una familia numerosa, contestó: “…cuando trabajaré también por mi propia casa? …” (Génesis 30.30). Con esta pregunta, podemos llegar a pensar que quería comenzar a independizarse.
Ellos siguieron conversando y acordaron algunas pautas para poder concretar el deseo de Jacob. Pero Labán no las respetó totalmente. Igualmente Dios seguía enriqueciendo a Jacob.
“Miraba Jacob el semblante de Labán, y veía que no era con él como había sido antes” (Génesis 31.2).
Esta historia podemos trasladarla a nuestro diario vivir.
Muchas veces conocemos a otras personas a quienes le entregamos nuestra confianza. Pero con el pasar del tiempo, vamos observando que las personas cambian de actitud, adoptando respuestas que van en detrimento de nuestra propia vida.
Será importante poder darse cuenta de la realidad que nos rodea, como lo hizo Jacob, quien decidió volver a la tierra de sus padres, según Dios le ordenó: …”Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, ya a tu parentela, y yo estaré contigo”…(Génesis 31.3).

Infinitas bendiciones ...!!!
Será hasta la próxima publicación...!!!