¿Quien nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? ...en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:35,37: escrito por el apóstol Pablo)
Cuando una persona vive con un estado de ánimo estable, ha logrado agradecer a Dios por todas las bendiciones que lo rodean. Ello quiere decir que quien logra poder sentirse plenamente feliz, tiene presente en su vida a Dios, pues ha logrado confiar en él, entregándole aquellas cosas que pueden resultar como una carga en su vida.
Entonces el agradecimiento posiciona a la persona con una actitud de poder reconocer todas las cosas bellas y maravillosas que tiene en su vida.
Sin embargo, a veces, se encuentra con una actitud la cual puede estar embuída con tribulación, angustia...tal como dice Pablo en el pasaje citado al principio.
Cuando una persona no puede agradecer, siempre encontrará en su camino esas piedras que le impiden avanzar. Esas piedras pueden ser de diferente tamaño, según el contenido del problema, pero en vez de confiar en Dios agradeciéndole de que ya fue quitada de su camino, al contrario, sigue guardándola...y de esta forma está SEPARADA de Dios. Aquí el apóstol Pablo utiliza este verbo, lo cual creo que implica andar por rumbos diferentes, es decir, por un lado Dios y por el otro uno que no lo tiene presente en entregarle las piedras para que él se encargue de ellas. En realidad Dios estará con nosotros en los momentos de tribulación o angustia, pero somos nosotros quienes a veces nos olvidamos de que él está , y es allí donde profundizamos nuestros problemas, en vez de hablarlos con él .
Creo que es importante confiar en Dios, aprender a escucharlo, ya que él nos habla de diferentes maneras. Cuando nosotros estamos recepticios a sus enseñanzas, recién ahí logramos despejar el camino y poder seguir adelante aliviados, sabiendo que SOMOS MAS QUE VENCEDORES.
¡¡¡¡¡¡Hasta la próxima!!!!!
